viernes, 28 de septiembre de 2012
El Verbo Creador
Victoria en la oscuridad
José fue uno de los 12 hijos de Jacob. Fue el preferido entre los hijos del patriarca y sus hermanos por envidia lo traicionaron y se las ingeniaron para fingir la muerte de José y mandarlo como esclavo a Egipto.
Cuando José empezaba a salir adelante en Egipto, por una segunda traición fue puesto en una cárcel. El joven había preferido ser fiel y puro antes que pecar contra Dios, por lo cual sintió la ira del Diablo que obró por sus ministros para echar a la cárcel a José.
A pesar de todos los problemas de su vida, el hijo de Raquel vivió una vida intachable. En la más oscura de las prisiones su carácter bien dispuesto lo convirtió en el hombre más importante de la prisión. El lugar menos agradable era llenado con la luz de Dios porque José era un portador de ella. No importa cuan humildes sean tus tareas, serás prosperado si haces de Jesús tu compañero. El Rey del cielo se despojó de su majestad para venir a cumplir la sencillas tareas manuales de un carpintero. Estas humildes tareas se convertian en trascendentales porque eran realizadas por Aquel que pone todo su amor en cada una de las obras que realiza. El Creador del universo vino a trabajar con sus propias manos la madera para construir muebles y cosas necesarias para la vida cotidiana de los habitantes de un pueblito de Israel. Se despojó de toda su gloria, renunció a las alabanzas y loores del cielo para venir a convertirse en uno mas de los trabajadores de Nazaret.
Quien quiera que goce de la compañia del Señor tendrá grandes aspiraciones, sus sueños no se verán truncados por las circunstancias adversas. El hombre sabio es de pujante vigor, no será detenido por la discriminación, ni por la pobreza, ni por la falta de recursos. El hombre es arquitecto de su destino, él puede abrise un camino a través de la selva; es el mismo hombre quien puede fabricar un oasis en medio del desierto; poner luz donde hay tinieblas. La victoria y la derrota para el hombre siempre comienzan en su corazón. Como es el pensamiento del hombre tal es él. Aqui radica la importancia de la Palabra de Dios. El Espíritu Santo infunde aliento y esperanza por medio de los Escritos Inspirados. Al leer la Biblia el lector se sumerge en caudales de amor que llenan su vida de fuerzas para enfrentar cada uno de los problemas que pueden presentarse en su camino. Leyendo la Biblia el hombre guarda en su corazón el pensamiento y mandamientos de Aquel que no conoce la derrota y que posee todas las respuestas. Quienquiera que lea la Palabra Revelada con fe, se unirá en el espíritu con Dios y todo en su vida será alumbrado por la luz del evangelio.
José con el tiempo se convirtió en el hombre más importante del imperio más poderoso de su época. Pero la victoria de José comenzó en su espíritu y en su mente cuando se unieron al Señor en una oscura prisión de Egipto.
La Sangre del Cordero
martes, 25 de septiembre de 2012
DIOS SE HIZO CARNE
Sin discusión, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne (1 de Timoteo 3:16)
El misterio de Jesucristo será estudiado por la eternidad sin fin. Aquel que hizo los cielos y la tierra nació como un bebé indefenso para compartir la suerte de sus criaturas.
El Hijo de Dios salió desde el seno del Padre para dar a conocer al Dios que traspasa toda dimensión comprensible para el hombre.
Jesús es el pensamiento audible de Dios. A través de Jesús podemos entender con nuestras mentes limitadas el pensamiento del Dios que habita en la eternidad. En Jesús vimos la totalidad del Padre concentrada en un hombre de carne y hueso. ¿Cómo no iba a cambiar la historia de la humanidad? ¿Cómo no iba a haber un antes y un despues de Cristo ? Dios vino a la Tierra y vino para curar a los enfermos, para sanar a los leprosos, para liberar a los cautivos, para rescatar a los que se habian perdido.
El poder ilimitado del Padre estaba a disposición de Jesús, pero siempre lo usó en beneficio de los demás, nunca para beneficiarse a sí mismo.
Las multitudes acudían a Jesús porque veían en sus ojos el amor de un Dios misericordioso que buscaba su felicidad. En las manos de Jesús sentían el toque de aquel que había diseñado sus propios cuerpos y les había regalado la vida; en las palabras de Jesús escuchaban el poder por el cual se había hecho la luz, la tierra y todas las criaturas en los 6 días de la creación.
El Dios que sustenta la vida descendió a este planeta rebelde para ofrecer el perdón a quienes aceptaran la luz y el sacrificio del Hijo del Hombre como expiación por sus pecados.
La luz vino a las tinieblas para alumbrar, la luz vino a la tierra para guiar hacia la verdad. De la boca de Cristo salían preciosas perlas de verdad que se convertían en bálsamo de curación para los heridos; en palabras de santa amonestación para los descarriados; y en enseñanzas de edificación para los indoctos.
Dios vino a la Tierra como un hombre: sin duda un gran misterio
lunes, 24 de septiembre de 2012
Confianza en Dios
domingo, 23 de septiembre de 2012
LA IRA
jueves, 20 de septiembre de 2012
Las Palabras
Las palabras son un reflejo de la mente, a partir ellas podemos entender y conocer el contenido del corazón del hombre. Todo lo que ocupe el primer lugar en el corazón de una persona será su tema favorito de charla. Hay personas que hablan todo el tiempo de dinero, porque tienen dinero en la mente. Piensan todo el tiempo como obtener dinero, como acumular dinero o cómo hacer para no perder dinero. Otras personas hablan todo el tiempo de sus novias o esposos es lo más importante de sus vidas; otras personas hablan de autos; otras hablan de sus hijos; de política, de la televisión. En definitiva, sin lugar a dudas, podemos conocer a una persona por medio de sus palabras.
Las palabras, para nuestro pesar, no se las lleva el viento. Tienen importancia y trascendencia en nuestra vida y en la vida de los demás. Con las palabras damos aliento, consolamos, transmitimos esperanza, comunicamos amor o ternura. Pero también con las palabras insultamos, herimos, transmitimos desesperación y amargura. Nuestros labios pueden convertirse en medicina para los demás, pero también pueden ser un veneno que contamine la vida del resto.
Muchas personas hablan mucho, otras escriben mucho. A lo largo de la historia de la humanidad las palabras han ejercido una poderosa influencia sobre el destino de los hombres. Existen diferentes teorías que siempre encuentran alguna persona dispuesta a ponerlas en práctica. Las palabras de Karl Marx- sólo por mencionar un ejemplo- no se quedaron encerradas en el “Manifiesto comunista”, más bien salieron de él y sirvieron de inspiración para algunos de los regímenes políticos más sanguinarios conocidos por el hombre. De nuevo, las palabras no son meros trazos de tinta inertes, las palabras tienen poder e influencia sobre aquellos que las reciben.
Por otro lado, las palabras de Cristo han sido de ayuda y salvación para millones de personas, siempre y cuando que fueron aplicadas de acuerdo con el verdadero sentido en el que fueron dichas por el Divino Maestro. Por eso Jesús dijo: “Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida (Juan 6:63)”. Sus Palabras están llenas del Espíritu Santo, están llenas de amor y se convierten en bálsamo vivificante para aquellos que las reciben con fe. Las Palabras de Dios tienen poder creador. La Biblia dice:
La Palabra de Dios es verdadera y tiene tal poder que cuando Dios dice algo permanece para siempre. La Palabra de Dios tiene poder creador, El dijo y fue hecho. Dios dice “Hágase la luz” y la luz se enciende. Por eso debes permitir que la Palabra de Dios entre a tu vida para que te llene de paz y felicidad. Debes abrir la puerta de tu corazón para que entren estas maravillosas palabras de vida que te guiarán por las sendas del mundo.
Tan trascendentales para Dios son nuestras palabras que Jesús dijo que en el juicio final seremos justificados o condenados por ellas. En un solo día las personas pueden pensar muchas cosas buenas y malas, pero no todas estas cosas se convierten en palabras. Nosotros tenemos diálogos internos que fluyen en nuestro interior. Mediante un pensamiento o voz interiores afirmamos una cosa, pero a continuación surge otra voz o pensamiento interior que refuta lo dicho por la primera voz. Así, dialogamos con nosotros mismos, hasta que finalmente llegamos a una conclusión y emitimos un juicio expresado en palabras. Es decir, las palabras que salen de nuestros labios constituyen la conclusión del diálogo interno que fue avanzando entre afirmaciones y refutaciones. De todas las voces que sonaron en mi interior y que intentaron imponerse una sobre la otra finalmente terminó prevaleciendo aquella que quedó cristalizada en palabras. Muchos pensamientos pueden ser inocuos y morir, quedarse en la nada porque fueron refutados por otros argumentos interiores, de esa manera fueron anulados, para bien o para mal.
Dicho de otra forma, las palabras son el resultado de las argumentaciones y refutaciones que realizamos en la intimidad de nuestra mente, entonces las palabras se convierten en un reflejo de los pensamientos predominantes en nuestro ser. Todo podemos tener pensamientos buenos y malos, pero al final depende de nosotros elegir entre unos y otro. Luego, los pensamientos predominantes de nuestra personalidad son puestos en palabras, ya sea para salvación o para condenación; ya sea para herir o sanar; para matar o amar.
EL SILENCIO
Maximiliano Juarez