lunes, 24 de septiembre de 2012

Confianza en Dios


Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.(Romanos 8:28)
Dios nos puso en la escuela de la vida para que aprendamos a amar y a confiar en El. No somos los únicos hijos de Dios en el universo. El planeta Tierra es sólo un pequeño punto en el vasto cosmos creado por el Eterno. Ante el trono de Dios miles y millones de ángeles se encuentran en la presencia del Altísimo adorando constantemente su majestad. El universo tiene muchas criaturas que no han probado el pecado.
Los seres humanos somos una raza especial de entre todas las creadas por Dios, somos una especie que necesita probar la transgresión y experimentar el pecado, para entender que la desobediencia a la ley de Dios es destructiva. Es así que el Todopoderoso permitió que la muerte y el dolor se desarrollaran en este lugar del universo llamado planeta Tierra. Dios podría haber destruido la rebelión y el pecado inmediatamente como quien tira una piedrita al agua. Sin embargo, no lo hizo ¿Por qué?
Dios quiere que el hombre comprenda que el pecado conduce a la muerte. El desea que le brindemos obediencia voluntaria, no forzada. La obediencia que Dios requiere es la misma que un padre demanda de sus hijos, una obediencia que se funda en el amor. Todo hijo cumple con las órdenes de su padre, en primer lugar porque su progenitor lo trajo al mundo y en segundo lugar porque todo hijo, en la mayoría de los casos, recibió tiernos cuidados de sus padres durante los primeros años de vida. Por ello los hijos deben respetar a sus padres y mientras son menores deben obedecerles para su bien.
El Señor permite que nosotros andemos nuestras propias sendas y que caminemos por donde nuestra voluntad nos conduzca. El permite esto, sin embargo, quisiera que nosotros busquemos hacer su voluntad, porque nos ama y conoce cuales son los mejores caminos para nuestras vidas.
Una vez que el hombre entiende que someterse a la voluntad de Dios es lo mejor para su existencia y comienza a aceptarla y cumplirla, entonces empieza una larga carrera llena de enseñanzas en las cuales el ser humano va reformando su conducta para amoldar su personalidad a lo que Dios espera de él. El arrepentimiento conlleva una reformación del carácter. El hombre renuncia a sus propias sendas y forma de ver las cosas, entonces se somete a Dios y acepta sus mandatos como buenos y necesarios para la vida.
Toda clínica de rehabilitación tiene un Director con sus médicos ayudantes, enfermeros y demás personal. Dios quiere que nosotros nos sometamos a él sabiendo que su intención es rehabilitar nuestras vidas y caracteres, de tal forma que podamos habitar con lo ángeles del cielo junto con todos los hijos de Dios que no han conocido la mancha de la transgresión. Debes confiar en Dios, porque El quiere que seas prosperado. El pasaje de la carta de Romanos dice que los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien. Si has decidido rendir tu vida al Señor, no importa cuán oscuras sean las tinieblas en tu camino, sólo debes tomarte de la mano de Aquel que puede calmar todas las tormentas y que nunca perdió una batalla. Dios quiere que aprendas a confiar en El, aún en medio de las dificultades más tremendas. Aunque pareciera que tu problema no tiene solución, Jesús quiere que aprendas a tener fe y que sepas que en algún momento, por más densa que sea la oscuridad, si amas a Dios, tarde o temprano veras la luz. Entonces habrás salido del túnel fortalecido, más humilde y agradecido, más lleno de amor.
Maximiliano Juarez 

No hay comentarios:

Publicar un comentario