domingo, 23 de septiembre de 2012

LA IRA


No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios. (Eclesiastés 7:9)
Cada día interactuamos con otras personas, en este trato cotidiano constantemente surgen roses y diferencias con los otros que, al igual que nosotros, tienen debilidades.
¿Cuántas veces te encontraste con situaciones que te desbordaron? Tu vecino, al igual que tú, pasa por situaciones difíciles que no sabe cómo resolverlas, problemas ante los cuales no tiene respuestas.
Salomón nos llama a refrenar nuestro espíritu antes de enojarnos. Contar hasta diez, respirar profundo y contestar al maltrato con palabras temperadas es una virtud muy valiosa en este mundo.
Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte;
Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad. (Proverbios 16:32)

Algunas personas confunden el concepto de carácter fuerte diciendo que una persona tiene mucha personalidad cuando es temperamental y se impone a los demás. Esta es una idea errada. En verdad podemos decir que una persona tiene carácter fuerte cuando domina su espíritu, cuando controla sus emociones y mantiene la calma cuando las personas alrededor la perdieron. Una persona que domina sus sentimientos ejerce una influencia tranquilizadora sobre los demás, que verán contrastada sus propias reacciones violentas con la paz del hombre o mujer templados.
La templanza es una virtud realmente admirable y es una de las cualidades de Dios
Misericordioso y clemente es el Señor;
Lento para la ira, y grande en misericordia.(Salmos 103:8)

Quienes quieran ser perdonados deberán perdonar. Quienes quieran recibir un buen trato deberán darlo. Quienes quieran sentir la misericordia de Dios en sus vidas cuando cayeron, deberán ser misericordiosos con los demás cuando caigan y se equivoquen.

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