viernes, 28 de septiembre de 2012

El Verbo Creador


En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. (Juan 1:1-3)
El Verbo es la Palabra de Dios, es el Pensamiento de Dios, es también una de las personas de la Deidad. Siempre existió con Dios, es una Persona Eterna encargado de la creación del universo, todas las cosas fueron hechas por el Verbo.
Dios habita en la eternidad, existe más allá del tiempo y del espacio. Ninguna mente del universo, por poderosa que sea puede captar toda la profundidad del Eterno, ninguno de los exaltados ángeles pueden entender a Dios en todos sus designios y pensamientos. Pero existe un vínculo entre El Eterno y sus criaturas; existe un punto de conexión entre lo Infinito y lo finito y este punto de conexión es el Verbo. Dios en toda su potencia y resplandor no puede manifestarse a ninguna de las criaturas vivas, así como el océano no puede caber en un vaso de agua, así tampoco no existe ninguna mente que pueda captar toda la plenitud y gloria de la Persona de Dios.
Dios es Eterno, para El no existe el pasado, el presente o el futuro. El Señor es existencia pura, es Ser constante. De Dios no puede decirse que fue o que será, porque Dios es el eterno YO SOY, según fue revelado a Moises en la zarza ardiente. En su mente no existen puntos oscuros, no existe nada que no sea conocido para El, cada uno de los cabellos del ser humano están contados por el Omnisapiente. No cae ni siquiera un pajarito del cielo sin que sea su voluntad. Su mente está en control del funcionamiento de cada una de las leyes que rigen el cosmos. El Todopoderoso con la potencia que mana de su Ser está permanentemente sustentando a cada una de las criaturas vivas que existen.
  No existe ni una sola célula viva en todo el universo cuyo funcionamiento no esté bajo la vigilancia de Dios. El conoce cada uno de los componentes de todas sus criaturas y les ha fijado reglas para su desarrollo y subsistencia. No existe ninguna dimensión conocible por cualquier intelecto que no sea atravesada por la persona de Dios, cada átomo, cada molécula se encuentra bajo su atenta mirada. El llama a cada una de las estrellas por su nombre.
En todo lo creado se puede ver la mano detallista de Dios. Cada uno de los componentes del cuerpo humano posee un diseño de ingeniería que podría asombrar a cualquiera que los estudie. Es imposible negar la existencia de una planificación y diseño de cada uno de lo órganos del cuerpo humano. Cada órgano está conectado a otro y cada sistema sustenta a otro. El cerebro por ejemplo, recibe alimento y glucosa del sistema digestivo, como recibe también oxigeno del sistema respiratorio. Este órgano fenomenal es una supercomputadora capaz de almacenar cientos de miles de bytes de información. No existe en el mundo moderno ninguna computadora, por avanzada que sea, capaz de igualar el funcionamiento del cerebro humano. En un sólo instante el cerebro está procesando la información que recibe de cada uno de sus órganos, ya sean la imágenes que recibe de los ojos, o los sonidos que recibe de los oídos, así como todo el cúmulo de información que en un segundo recibe acerca del funcionamiento de todos los sistemas que conforman el cuerpo humano, todo es controlado por el cerebro.
La robótica más sorprendente con todos sus avances, es una triste imitación del asombroso diseño contenido en el cuerpo humano. Ni siquiera los ingenieros más destacados con cualquiera de los instrumentos de última generación podría igualar a una sola célula en los complejísimos elementos que la componen.
Se puede ver en los seres humanos un diseño tan perfecto que cada una de sus partes necesita del resto para su óptimo funcionamiento. Ninguno de los miembros del cuerpo podría subsistir si no estuviera el resto. Cada uno de los músculos del cuerpo se encuentran relacionados con el resto de los órganos.
En el área de la medicina, a medida que la ciencia avanza, puede verificarse lo absurdo de la creencias científicas de los tiempos de antaño. Muchas de las prácticas curativas de la antigüedad, se consideran hoy como terribles insensateces, gracias a los nuevos descubrimientos. 
El cuerpo humano arroja más y más misterios, pareciera ser que nunca terminaran de descodificarse todos las reglas que rigen su funcionamiento, miles de puntos oscuros no encuentran respuesta para la biología y la medicina más avanzada. Sin embargo, en todo el cuerpo humano puede verse una mapa que permite el estudio progresivo de la planificación por la cual fue creado cada uno de los microcomponentes que dan vida a esta maravillosa creación de Dios.
Todo la creación habla del poder del Altísimo Creador. En todo el universo, incluido el diseño del cuerpo humano, puede verse la firma de Dios Eterno, cuyos pensamientos de amor perfecto se plasman en la asombrosa obra de sus manos.

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