jueves, 4 de octubre de 2012

El gran YO SOY


Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, Yo Soy.
Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue. (Juan 8:58,59)


En sus escritos, El apóstol Juan se caracteriza por resaltar la naturaleza divina de Jesús. El apóstol a lo largo de todo su evangelio resalta las expresiones de Jesús en las que revela este gran misterio del universo. El Dios Creador vino a la tierra y se hizo hombre, un ser humano de carne y hueso. Dios en su inmenso poder, puede realizar cualquier milagro. La encarnación de Cristo constituye uno más profundos milagros del universo que por los siglos indagaremos.
En el versículo de hoy podemos ver que Jesús hace una declaración asombrosa. Abraham había vivido 2000 años antes que Jesucristo naciera, sin embargo el estaba declarando su preexistencia con relación a Abraham. Pero en las Palabras de Jesús podemos ver que no sólo declara una simple preexistencia, que de por sí es asombrosa, sino que lo hace utilizando un verbo particular  “Yo Soy”. El Señor Jesús podría haber dicho “antes que Abraham fuese yo era”, por ejemplo, pero no. El Mesías estaba manifestando no sólo su preexistencia, el estaba dando a conocer su unidad con el Padre, con el Gran Yo Soy.
Cuando Moisés, 1500 años antes de que Jesús llegara, estaba apacentando las ovejas de su suegro Jetro, el Angel del Señor apareció en una zarza ardiendo. El relato bíblico narra lo siguiente:
Y se le apareció el Angel del Señor en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía…
Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. (Éxodo 3:2,6)

Antes que viniese a la Tierra a nacer como un hombre, Dios tomaba forma de ángel, y descendía a este oscuro planeta para participar en forma directa de la salvación de los hombres. En este pasaje el Angel del Señor, se introduce a una zarza y se presenta como el Dios de Abraham y de sus hijos. El único Dios verdadero, tiene poder para presentarse como ángel, como hombre o hasta incluso introducirse en una zarza ardiendo para ocultar su forma y hablar desde el fuego. Este que hablaba con Moses era el Príncipe del Pacto, Angel del Señor que 2000 más tarde se haría carne para venir a llevar los pecados de la humanidad.

La zarza ardiendo en el desierto es un símbolo del Señor Jesús, cuya humilde apariencia exterior en nada reflejaba el fuego eterno que ardía en su interior. Así como la zarza que no tiene belleza, así Jesús vino a los hombres, despojado de su majestad celestial para convertirse en un sencillo carpintero de Nazaret ¿Quién podía pensar que dentro de ese común hombre se encontraba el Ser que había creado los cielos y la tierra?

Luego Moisés preguntó por su Nombre, y Dios respondió:
Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros (Éxodo 3:14)
Dios es el Eterno Ser, en El no existe sombra de mudanza o cambio, no fue, ni será, porque siempre ES. Dios ES AMOR, Dios ES VIDA. No podemos decir que El tiene amor, sino que El ES AMOR.

En palabras de Aristóteles, es el único ser que es puro ACTO, no tiene ninguna cualidad en potencia. La potencia es una posibilidad en todos los seres, mientras que el acto es la consumación de la potencia. Por ejemplo una semilla es una es un árbol en potencia, la semilla tiene la potencialidad de convertirse en otra cosa, existe una posibilidad de que se desarrolle, entonces al pasar de semilla a árbol, está pasando de potencia a acto. Cuando hablamos de potencia hablamos de lo que “podría llegar a ser”, cuando hablamos de acto, expresamos lo que “actualmente es”.

Dios se presenta de esta forma: “YO SOY”. Dios es acto, es puro SER, en El no existe nada que pueda perfeccionarse porque Dios es la perfección en todas las cosas. En el Altísimo no existe nada deba desarrollarse o completarse, porque Dios está completo y en El todas las cualidades alcanzan su máxima expresión, por eso decimos: “DIOS ES AMOR”.  En Dios el amor está perfeccionado y completo, no tiene nada que desarrollar, porque en Dios el amor alcanza su máxima expresión.

Jesús dijo: “antes que Abraham fuese YO SOY” El Señor estaba revelando un verdad asombrosa, Jesús estaba diciendo que El mismo era esa Persona que había hablado con Moisés desde la zarza, El mismo era el Angel del Pacto que se había presentado como el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el mismo era el Gran Creador y Padre de todos.  Por esta razón los judíos quisieron apedrearlo, ellos no aceptaban la naturaleza divina de Jesús y consideraban que estaba blasfemando el nombre de Dios.

Jesús, la encarnación del Amor vino a la Tierra para estar más cerca de sus criaturas, vino para enseñar la verdad porque El mismo es la Verdad, vino a enseñar a amar porque El mismo es el Amor, vino a enseñar a vivir porque El mismo es la Vida. El gran SER ETERNO vino para ser un humano de carne y hueso y entregarse por todos los pecadores. 

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